Esta mole de piedra y paisaje y ante todo ungra n deposito de agua tras sus rocas karsticas con las nieves invernales. En campos treviñeses y de sus vecinos alaveses ya rugen motores de las cosechadoras y las espigas se desgranan en las muelas y cribas. Los remolques esperan en el camino para que aquellas regurgiten chorrros dorados de grano.