El verano está llegando a su fin al igual que las vacaciones de gran parte de veraneantes que han visitado el pueblo.
En el mes de agosto unas pocas personas dedicamos parte de nuestro tiempo libre o de ocio a arrancar todas las acacias (no recuerdo su nombre auténtico) secas y a segar la hierba seca que envolvía al ábside de la iglesia o crecía alrededor del longevo moral.
El aspecto que presenta el mejor edificio del pueblo, por su valor histórico y cultural, y su montaña es lamentable. Es toda una muestra de dejadez y de abandono.
Si sólo una parte de los visitantes le dedicásemos un tiempo de nuestro ocio a limpiar y cuidar lo que "es de todos" otra imagen tendría el pueblo.
¡Dicho queda!
En el mes de agosto unas pocas personas dedicamos parte de nuestro tiempo libre o de ocio a arrancar todas las acacias (no recuerdo su nombre auténtico) secas y a segar la hierba seca que envolvía al ábside de la iglesia o crecía alrededor del longevo moral.
El aspecto que presenta el mejor edificio del pueblo, por su valor histórico y cultural, y su montaña es lamentable. Es toda una muestra de dejadez y de abandono.
Si sólo una parte de los visitantes le dedicásemos un tiempo de nuestro ocio a limpiar y cuidar lo que "es de todos" otra imagen tendría el pueblo.
¡Dicho queda!