Luz fijo a 0,11115 €/kWh

HERMOSILLA: "Tu quoque, Brute, filii mi" (tú también, hijo mío),...

España es un país soberano y democrático. Dio su primer golpe en la mesa en las Cortes de Cádiz de 1810. Han pasado muchas guerras y miserias desde entonces. Hoy tenemos nuestro "Habeas Corpus", nuestra Constitución y nuestras Autonomías, todas mejorables. Claro.

Siempre han habido inconformistas o separatistas sea con la imposición del terror y, los golpistas, imponiéndose al Estado que gobierna. Es decir, los políticos, buscando más poder para sí mismos y sus amiguetes sedientos de prebendas.

Por otro lado el pueblo, silencioso y trabajador pagando impuestos y buscándose la vida para pagar la vivienda y sacar adelante su familia. Y los políticos jugando y manipulando la Historia, y los países.

No escuchemos los cantos de sirena de los separatistas, sólo buscan perpetuarse en el poder ellos mismos y sus familias. La Historia no hay que olvidarla. Tenemos muchos países como ejemplo. Hay desenmascarar a estos manipuladores de la verdad y de sus retorcidas artimañas para engañar, continuamente a los ciudadanos creyentes en paraísos terrenales, que les venden estos gurús de la mentira y la manipulación.

"Tu quoque, Brute, filii mi" (tú también, hijo mío), le dijo Julio César, emperador romano, a su hijo que le estaba apuñalando.

Esta frase de la "Tragedia de Julio Cesar" escrita por William Shakespeare, viene a cuento de la trampa y puñalada "trapera", que los Mossos le tendieron a la Policía Nacional y a la Guardia Civil pidiéndoles "ayuda" cuando desobedecieron las órdenes de los Jueces de cerrar los centros de votación. Y se unieron a los golpistas.

Esta fue la jugada maestra de Trapero y sus secuaces; ante la que, por su profesionalidad y cumplimiento del deber y la legitimidad del Estado de Derecho y la Constitución vigente, tropezaron ingenuamente los Cuerpos de Seguridad nacionales. Les dejaron la patata caliente.

De ahí los videos y fotos en periódicos nacionales e internacionales de la "represión y cargas" con los inocentes ciudadanos que iban a votar, sabiendo que era ilegal el referéndum de los golpistas.

El malo y el delincuente están, pensando la 24 horas del día en ejercer la maldad y en delinquir, de ahí que se adelanten y nos ganen ante una opinión pública, que sólo ve hechos puntuales y no analiza y reflexiona por qué el Estado de Derecho y el Gobierno se ha visto forzado a actuar así. Confiemos en la cordura del pueblo catalán. Y que los descerebrados políticos que arengan y promueven estas desgracias, sean juzgados cuanto antes mejor, que tarde.