Se clasifican como árboles singulares aquellos que tienen más de 100 años. El moral negro (morus nigra) de Hermosilla tiene ya 172 años. Solamente en los pueblos de Burgos desde la época medieval, se plantaban moreras negras en la parte derecha de la entrada de las iglesias como árbol protector sobre hechizos y brujería. En el resto de España se plantaban junto a ermitas o iglesias: tejos, encinas, robles, castaños... En Burgos la tradición era el moral negro.
Tenemos morales en LLano de Bureba con 187 años, en Castil de Lences más de 200 años, en Tamayo (Oña) más de 300 años, en Quintanilla de las Dueñas más de 600 años y el más impresionante, se ve desde Santa Casilda, la morera negra de Abajas entre 500 y 600 años.
En Hermosilla existe algún chopo con más de cien años en el "puente grande" y un pino piñonero en el camino de Poza que pasará también de esa edad. Desconozco si hay más árboles centenarios en el pueblo, o singulares,
con el fin de conservar y cuidar. La falta de sensibilidad de algunos vecinos hace que estos gigantes de la naturaleza, hayan desaparecido a golpe de motosierra en la mayoría de los pueblos. Es una pena.
Tenemos morales en LLano de Bureba con 187 años, en Castil de Lences más de 200 años, en Tamayo (Oña) más de 300 años, en Quintanilla de las Dueñas más de 600 años y el más impresionante, se ve desde Santa Casilda, la morera negra de Abajas entre 500 y 600 años.
En Hermosilla existe algún chopo con más de cien años en el "puente grande" y un pino piñonero en el camino de Poza que pasará también de esa edad. Desconozco si hay más árboles centenarios en el pueblo, o singulares,
con el fin de conservar y cuidar. La falta de sensibilidad de algunos vecinos hace que estos gigantes de la naturaleza, hayan desaparecido a golpe de motosierra en la mayoría de los pueblos. Es una pena.
" Al moral, partido por el rayo y en el tronco herido,
arriba en la pequeña colina, junto a la románica iglesia,
de bien tallados canecillos, muchas hojas verdes
con su fruto le han salido.
En su atalaya, guardián de un pueblo envejecido,
firme resiste los empujones del norte frío,
como si de piedra el hubiera esculpido
el segundo maestro de Silos.
De la ribera del Oca, no tiene celos
de los altos chopos negros, ni de los álamos temblones
con sus hojas reflejo de soles.
¿Dime, moral hospitalario, a cuántos chiquillos
como pardos ruiseñores,
anidaste en tus ramas nominadas,
después de trepar
por las crestas astilladas de tus entrañas?
¿Y cuántos ya mozos y mayores, como si fueras árbol juradero;
al toque de campana,
subiendo la cuesta empinada,
se cobijaron bajo tu copa sombreada?....
(Poema (inacabado), al centenario y viejo Moral de Hermosilla de 172 años, plantado en 1845 por Mario de Remolino)
arriba en la pequeña colina, junto a la románica iglesia,
de bien tallados canecillos, muchas hojas verdes
con su fruto le han salido.
En su atalaya, guardián de un pueblo envejecido,
firme resiste los empujones del norte frío,
como si de piedra el hubiera esculpido
el segundo maestro de Silos.
De la ribera del Oca, no tiene celos
de los altos chopos negros, ni de los álamos temblones
con sus hojas reflejo de soles.
¿Dime, moral hospitalario, a cuántos chiquillos
como pardos ruiseñores,
anidaste en tus ramas nominadas,
después de trepar
por las crestas astilladas de tus entrañas?
¿Y cuántos ya mozos y mayores, como si fueras árbol juradero;
al toque de campana,
subiendo la cuesta empinada,
se cobijaron bajo tu copa sombreada?....
(Poema (inacabado), al centenario y viejo Moral de Hermosilla de 172 años, plantado en 1845 por Mario de Remolino)