...."Y cuántos ya mayores, como si fueras árbol juradero,
esperando el toque de campana, subiendo la cuesta empinada,
se cobijaron bajo tu copa sombreada.
Mientras ellas ya mujeres
con velos negros o vestidos nuevos,
por sendas separadas
se dirigen a la portada.
Antes que te derribe un torbellino
de la montaña,
y moribundo caigas
haciendo crujir tus ramas,
Antes que el leñador
con su sierra de espada,
tronce tronco, hoja y rama,
y el carpintero te convierta
en sillas de mesa, papel de imprenta
y caja de guitarra.
Y antes que rojo, apilado al borde del camino
junto a otras leñas, ardas mañana
en chimeneas extrañas.
¡Moral, amigo! Quiero recordar en mi poema,
la generosidad y grandeza
de tus ramas de nuevo verdecidas.
Mi corazón, también espera
hacia la luz y hacia la vida
recuperar ilusiones perdidas".
(Al "Singular Moral de Hermosilla" por Jabelor. 15 de Mayo de 2006).
esperando el toque de campana, subiendo la cuesta empinada,
se cobijaron bajo tu copa sombreada.
Mientras ellas ya mujeres
con velos negros o vestidos nuevos,
por sendas separadas
se dirigen a la portada.
Antes que te derribe un torbellino
de la montaña,
y moribundo caigas
haciendo crujir tus ramas,
Antes que el leñador
con su sierra de espada,
tronce tronco, hoja y rama,
y el carpintero te convierta
en sillas de mesa, papel de imprenta
y caja de guitarra.
Y antes que rojo, apilado al borde del camino
junto a otras leñas, ardas mañana
en chimeneas extrañas.
¡Moral, amigo! Quiero recordar en mi poema,
la generosidad y grandeza
de tus ramas de nuevo verdecidas.
Mi corazón, también espera
hacia la luz y hacia la vida
recuperar ilusiones perdidas".
(Al "Singular Moral de Hermosilla" por Jabelor. 15 de Mayo de 2006).
