Si, como dicen las razonadas palabras, de "Expone" las personas se mueven por la ley del mínimo esfuerzo y el interés del tipo que sea. Este año estamos disfrutando de un invierno bastante crudo, de carámbanos (churretes), nevadas y temperaturas gélidas. Es decir de coger la pala y abrir sendas para salir de casa.
En cambio, los que defienden la muerte, matando; siguen con sus batidas, sus ganchos, sus recechos y sus monterías, apostados en puestos a pie de suelo o en torretas de 15 metros de altura (palomeros), esperando la presa a abatir. Parece que son inhumanos, a parte de insensibles. No les importa madrugar, pasar frío y demás incomodidades. El fanatismo, y la sed de sangre, gratificante, del otro, (el irracional animal) lo supera todo.
¿Dónde está el buen "cazador" que en climatologías adversas, lleva fardos de hierba a los corzos, ciervos y demás ungulados, o grano de cereales al resto de animales silvestres? Aunque sea por egoísta interés: de que cuando se habrá la veda, dispongan de carne fresca que abatir y, mostrar luego en fotos a sus familiares y amistades. Al menos, no sufrirían muriendo de frío y hambre tantos animales y aves.
En cambio, observo con complacencia en mi barrio, la sensibilidad de las personas que depositan trozos de panes y granos de trigo bajo los árboles. O en comederos hechos con dos botellas de plástico, donde van a comer carboneros, herrerillos, mirlos y chanchangorris. Los bandos de gorriones prefieren acercarse a mi gallinero y comer a placer, del comedero de las gallinas el maíz troceado y el trigo. Da gusto ver tanto bullicio y mezcla de aves ponedoras y gorriones revoloteando entre la comida. Es curioso. Mis gallinas en cuanto anochece se van subiendo junto con el gallo a las ramas de un gran abeto y allí duermen con lluvia, nieve y ayer, a seis bajo cero, a pesar de que tienen un gallinero debajo con tejado y mullida paja.
Y todo esto, a cuenta de que los seres humanos nos movemos por muchos intereses más o menos loables y que a veces no te importe los gastos y el esfuerzo; depende mucho de la ideología que has mamado o de la pasta que te has ido haciendo.
En cambio, los que defienden la muerte, matando; siguen con sus batidas, sus ganchos, sus recechos y sus monterías, apostados en puestos a pie de suelo o en torretas de 15 metros de altura (palomeros), esperando la presa a abatir. Parece que son inhumanos, a parte de insensibles. No les importa madrugar, pasar frío y demás incomodidades. El fanatismo, y la sed de sangre, gratificante, del otro, (el irracional animal) lo supera todo.
¿Dónde está el buen "cazador" que en climatologías adversas, lleva fardos de hierba a los corzos, ciervos y demás ungulados, o grano de cereales al resto de animales silvestres? Aunque sea por egoísta interés: de que cuando se habrá la veda, dispongan de carne fresca que abatir y, mostrar luego en fotos a sus familiares y amistades. Al menos, no sufrirían muriendo de frío y hambre tantos animales y aves.
En cambio, observo con complacencia en mi barrio, la sensibilidad de las personas que depositan trozos de panes y granos de trigo bajo los árboles. O en comederos hechos con dos botellas de plástico, donde van a comer carboneros, herrerillos, mirlos y chanchangorris. Los bandos de gorriones prefieren acercarse a mi gallinero y comer a placer, del comedero de las gallinas el maíz troceado y el trigo. Da gusto ver tanto bullicio y mezcla de aves ponedoras y gorriones revoloteando entre la comida. Es curioso. Mis gallinas en cuanto anochece se van subiendo junto con el gallo a las ramas de un gran abeto y allí duermen con lluvia, nieve y ayer, a seis bajo cero, a pesar de que tienen un gallinero debajo con tejado y mullida paja.
Y todo esto, a cuenta de que los seres humanos nos movemos por muchos intereses más o menos loables y que a veces no te importe los gastos y el esfuerzo; depende mucho de la ideología que has mamado o de la pasta que te has ido haciendo.