Yemas hinchadas, hojas nuevas asomándose a la luz y flores de distintos colores en su máxima explosión nos dicen que ya es primavera.
No queda a penas nieve en las cumbres y los ríos bajan bravos, sonoros y bien cargados de agua turbia. Alegra verlos ocupando todo el cauce incluso casi ya saliéndose de madre.
Los lugareños comienzan estos días de finales de Marzo a regresar a sus viviendas de verano cual aves que vuelven a sus territorios de crianza.
Las huertas esperan a ser labradas para sembrar las primeras patatas. Todavía es tiempo de podar y plantar frutales. Se oyen cantos en el bosque de ribera. La vida retorna a la vida. Es simplemente otra nueva primavera. Vivela!
No queda a penas nieve en las cumbres y los ríos bajan bravos, sonoros y bien cargados de agua turbia. Alegra verlos ocupando todo el cauce incluso casi ya saliéndose de madre.
Los lugareños comienzan estos días de finales de Marzo a regresar a sus viviendas de verano cual aves que vuelven a sus territorios de crianza.
Las huertas esperan a ser labradas para sembrar las primeras patatas. Todavía es tiempo de podar y plantar frutales. Se oyen cantos en el bosque de ribera. La vida retorna a la vida. Es simplemente otra nueva primavera. Vivela!