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HERMOSILLA: El gran y hermoso abeto se plantó en su día en un agujero...

El gran y hermoso abeto se plantó en su día en un agujero en medio del peñascal de roca arenisca que hay entre la ermita y la vivienda aneja.

Este árbol fue creciendo en tamaño y elegancia. Pero llegó un momento que por la falta de profundidad de sus raíces y por su tamaño se convirtió en un peligro.

Podía caer encima de un vehículo que pasara en ese momento por la carretera; encima de algún transeúnte o... incluso, encima de los familiares de la persona que en su día lo plantó con mimo y que viven al lado.

Efectivamente, el árbol es vida, pero a veces en esta vida se ha de elegir. Y aunque duela, en este caso se valoró la seguridad.