La
torre se localiza en un llano, tiene planta cuadrada, de tan sólo 8 metros de lado, y apenas presenta vanos en sus muros de mampostería. Aunque en el pasado debió cubrirse con techumbre a cuatro
aguas, en la actualidad presenta
tejado de una sola cara. A mediados del SXVII estaba en manos de Iñigo de Acuña, marqués de Escalona, que la utilizó como residencia por un breve espacio de tiempo. En la actualidad está en mal estado y se utiliza como
palomar. Fue declarado
monumento histórico el 22/04/1949 (BOE del 05/05/1949)