A solo 20 km de la ciudad de
Burgos es posible visitar las antiguas canteras de donde salió la
piedra caliza que sirvió para la construcción de la
Catedral de Burgos, el
Arco de
Santa María, la
Casa del Cordón o el Mº de
San Pedro de Arlanza entre otras grandes obras
Los
romanos ya usaban esta misma piedra de Hontoria para fabricar sus estelas y en épca
medieval se utilizó para levantar la
ermita visigótica de Quintanilla de las Viñas y las
ermitas románicas de la zona.
Dos de sus galerías, la de la Catedral y El
Pozo, permanecen abiertas al público y ofrecen un auténtico viaje al centro de la tierra, aunque no generan claustrofobia alguna ya que tienen gran altura y están abiertas por tres espacios, generando un movimiento de aire continuo.