NOTA DE PRENSA
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Podan el abeto de
San Pedro de Arlanza para sanear el
claustro
DB /
Burgos - jueves, 24 de marzo de 2016 La intervención en este ejemplar, que había provocado humedades en este espacio del
monasterio, es necesaria para acometer las obras previstas para consolidar el
monumento
Este pinsapo, una especie de abeto meditérraneo, preside uno de los
claustros del Monasterio de San Pedro Arlanza desde hace más de 150 años. Su altura supera los 30 metros y la Junta de
Castilla y León ha procedido durante esta semana a podar las ramas inferiores de este ejemplar para reducir las humedades que afectan al monumento y que, en este caso, el abeto ayuda a conservar.
La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, a través del Servicio de Medio Ambiente, ha querido cumplir su compromiso de compatibilizar la conservación del claustro del monasterio y mantener en pie el pinsapo, por ello ha podado las ramas de este ejemplar, propio de las serranías de
Cádiz y
Málaga pero perfectamente adaptado al clima de la comarca.
El singular
árbol, de más de 30 metros de altura, se ha aclimatado hasta tal punto a las condiciones ambientales de la comarca, que la frondosidad de su copa había terminado por cubrir totalmente el claustro dificultando la ventilación, la entrada de los rayos del sol y favoreciendo las humedades en todo el
edificio. Por este motivo, las bases del proyecto de restauración del monasterio, publicadas en el BOE el pasado 27 de enero y que cuentan con un presupuesto de 218.864 euros, preveían, en un principio la tala de este ejemplar.
El pinsapo, que pudo ser plantado en 1840 por el particular que compró el monasterio tras la desamortización, por el momento, no está incluido en el catálogo de
árboles singulares de Castilla y León, sin embargo sí que figura en el listado a incluir en la próxima actualización del catálogo y es un ejemplar muy querido en la comarca.
Por ello, tras varias
reuniones entre representantes de la Dirección General de Bellas Artes, del Servicio Territorial de Cultura y del Servicio Territorial de Medio Ambiente se ha decido tratar de evitar la tala de esta rara especie de abeto mediterráneo.
La poda ha sido técnicamente muy compleja. Tras una primera intervención con pértigas, las labores en la parte más complicada por su altura y grosor de las ramas ha sido realizada por especialistas en trabajos de conservación en altura. Estos expertos han utilizado técnicas y materiales específicos de escalada y rescate en
montaña. Los resultados de esta actuación sobre las humedades del claustro se analizarán en los próximos meses para decidir si finalmente el pinsapo se puede salvar.