los Alverjos o Guisantes fue otra de las leguminosas que cultivamos en el
pueblo. Este cultivo fue bastante escaso comparado con otros, pero cada año había alguna finquita sembrada de ellos. Cuando están a medio hacer, es decir tiernos son deliciosos. Como los niños ya lo sabíamos, después de las horas escolares de rigor les hacíamos tantas visitas como los arrendajos, lo hacíamos con discreción para no llamar demasiado la atención. Se cultivaban para una vez secos alimentar a los cochinillos que engordaban que era un primor.