nosotros lo llamamos Obispo, quizá por el
color parecido con el gorrito del mismo. Es una vigorosa planta que puede llegar a los dos metros de altura. Se cría silvestre, muchas veces a la orilla de los
caminos y incluso dentro de los arroyos. Posee fuertes pinchos que ahuyentan a los herbívoros, sin embargo atrae muchos
insectos con sus vivos
colores. Es una planta que tiene varias aplicaciones en el
campo de la medicina sobre todo para las dolencias del hígado, también combate el colesterol. En el
pueblo lo hemos tenido siempre y de él solo nos atrae su color purpura.