Así eran de bonitos los Mazapanes que nos llegaban a las
tiendas del
pueblo por
Navidades. Tan bonitos como sabrosos, y aun sabien más sabrosos porque solo lo teniamos en estas
Fiestas. Nos gustaba a chicos y grandes, pero los niños nos lo comiamos despacito no porque no nos gustase sino para alargar el tiempo de su contemplación.