los pucheros eran unos
recipientes de barro
cocido, muy comunes en aquellos años y que formaban buena parte de los cacharros de la cocina. Estos objetos eran utilizados en la cacina de tipo francesa y se ponian literalmente arrimados la lumbre. Las ascuas transmitian su calor para cocer las legunbres que eran de lo más frecuente. Para la cocción era necesario que alguien vigilara de vez en cuando el fuego para avivarlo y atizarlo afin de conseguir un óptimo resultado.