en el bonito día del
Corpus Cristi, nuestras
calles acogen algunos
altares de campaña que bien ornados por las mujeres del
pueblo sirven para estacionar
muy temporalmentre a Jesús Sacramentado. En la década de los 50 y 60 las calles
por donde transcurría la
procesión estaban regadas de
flores y gamones, que los niños de las
escuelas habian relogido el día antes para el evento. ¡Ojalá! esta bonita
tradición no se pierda jamás.