Aventar, Beldar o separar el trigo de la paja era en los años 40-50 una de las labores más arduas que debian acometer los labradores en nuestro
pueblo. Esta máquina de tracción personal o de sangre como también se llama, era movida manualmente por un sólo hombre a la vez. Era un trabajo muy penoso y duro. Sucedió al Bieldo de madera y con ella no era necesario que corriese el viento para esta operación, ya que era el movimiento de sus palas internas el que proporcionaba éste que a través de diferentes cribas internas que la máquina llevaba podia, con bastante facilidad, realizar la operación. Ya en los años 50 aparecieron con motor de gasolina incorporado; con el paso del tiempo esta máquina daria paso a la cosechadora quedando así eliminada del
mercado. La operación se llevaba a cabo en la mism a era al pie de los montones de trigo trillado y amontonado. Se fabricaban en Vitoria.