ya os dije en alguna ocasión que en nuestro
pueblo en los años 40-50 existian varios pequeños
edificios que eran cocederos particulares donde un número reducido de
familias cocian periodicamente su
pan. Pues bien, a dia de hoy han desaparecido todos menos este viejo y casi abandonadfo
edificio que da fé de una especie casi extinta. Se halla situado al costado de la
Fuente Romana El olor a harina fresca y su oroma en la cocción dejaba, a unos cuantos metros de su lugar una estela deliciosa. Los panes que normalmente se hacian eran las llamadas Hogazas, cuyo peso, más o menos, era de proximo a los dos kilos.
Para evitar que el tiempo transcurrido de una hornada a otra endureciese mucho el pan se solía intercambiar con otras familias para de esta forma sencilla salir ganando todos.