Había una vez un gusanito que vivía en una manzana situada en un árbol junto a una casa en la que vivían unos niños. Todas las mañanas, cuando los niños iban al colegio, los juguetes se asomaban a la ventana y saludaban al gusanito.
Un día, sin embargo, el gusanito no respondió, y los juguetes, preocupados, empezaron a llamarle y a buscarle. Como no respondía, salieron de la casa y fueron al jardín, y allí volvieron a buscarle por todas partes, pero no encontraron nada. Siguieron buscando hasta que oyeron un extraño ruido procedente del garaga, y hacia allí fueron corriendo, pero al llegar no encontraron nada más que algunos juguetes de los niños. Pero al callar todos siguieron oyendo el ruido, y éste les llevó al balón de fútbol. Todos volvieron a llamar a gusanito, y desde dentro del balón asomó una cabecita diciendo: Pero bueno, que estoy durmiendo, ¿es que ya no puede ni estar tranquilo uno en su casa?.
Todos rieron el comentario, y entonces gusanito comprendió que no estaba en la manzana. Ante su cara de sorpresa y las preguntas de sus amigos, apareció un gato callejero diciendo: Yo lo vi todo; yo os puedo contar lo que ha pasado.
Y entonces el gato les contó que la noche anterior gusanito se había entretenido mucho y había llegado al árbol cuando ya era de noche, así que no vio que en lugar de a su manzana, se metía a dormir dentro del balón que un rato antes habían colado los niños en la copa del árbol. Y aquella misma mañana, antes de salir, el padre de los niños había recogido el balón.
Todos se divirtieron con la aventura, y se alegraron de que a gusanito no le hubiera pasado nada malo. Pero mientras gusanito volvía al árbol, un poco contrariado por las risas de los juguetes, pensaba para sí mismo que debía ser más puntual y empezar a volver a casa más temprano...
Autor.. Pedro Pablo Sacristan
Un día, sin embargo, el gusanito no respondió, y los juguetes, preocupados, empezaron a llamarle y a buscarle. Como no respondía, salieron de la casa y fueron al jardín, y allí volvieron a buscarle por todas partes, pero no encontraron nada. Siguieron buscando hasta que oyeron un extraño ruido procedente del garaga, y hacia allí fueron corriendo, pero al llegar no encontraron nada más que algunos juguetes de los niños. Pero al callar todos siguieron oyendo el ruido, y éste les llevó al balón de fútbol. Todos volvieron a llamar a gusanito, y desde dentro del balón asomó una cabecita diciendo: Pero bueno, que estoy durmiendo, ¿es que ya no puede ni estar tranquilo uno en su casa?.
Todos rieron el comentario, y entonces gusanito comprendió que no estaba en la manzana. Ante su cara de sorpresa y las preguntas de sus amigos, apareció un gato callejero diciendo: Yo lo vi todo; yo os puedo contar lo que ha pasado.
Y entonces el gato les contó que la noche anterior gusanito se había entretenido mucho y había llegado al árbol cuando ya era de noche, así que no vio que en lugar de a su manzana, se metía a dormir dentro del balón que un rato antes habían colado los niños en la copa del árbol. Y aquella misma mañana, antes de salir, el padre de los niños había recogido el balón.
Todos se divirtieron con la aventura, y se alegraron de que a gusanito no le hubiera pasado nada malo. Pero mientras gusanito volvía al árbol, un poco contrariado por las risas de los juguetes, pensaba para sí mismo que debía ser más puntual y empezar a volver a casa más temprano...
Autor.. Pedro Pablo Sacristan