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EL CANGREJO Y SU HIJA
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Fábula
Muchas veces los prudentes,
a semejanza del cangrejo,
caminan hacia atrás, vuelven la espalda
al puerto: tal es el arte de los marineros.
Es también la hazaña de aquellos que
para disimular un poderoso esfuerzo
apuntan hacia un blanco directamente
opuesto, haciendo correr hacia él a
su adversario. Así mi argumento es pequeño,
aunque su alcance es grande. Pero vengamos a
nuestra fábula.
Un Cangrejo madre decia una vez a su hija:
¡Dios mío que forma de andar! no puedes marchar
derecha?
- ¿Y cómo andas tu misma?-respondió la hija.
¿Puedo marchar de otro modo a cómo lo hace mi
familia? ¡Quieren que yo camine derecha cuando
todos andan atravesados!
y no le faltaba razón. La fuerza de todo ejemplo
doméstico es universal y se aplica lo mismo
para el bien que para el mal, haciendo sabios
o haciendo necios, muchos más de éstos últimos.
En cuanto al arte de volver la espalda al objeto.
La Fontaine.
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Fábula
Muchas veces los prudentes,
a semejanza del cangrejo,
caminan hacia atrás, vuelven la espalda
al puerto: tal es el arte de los marineros.
Es también la hazaña de aquellos que
para disimular un poderoso esfuerzo
apuntan hacia un blanco directamente
opuesto, haciendo correr hacia él a
su adversario. Así mi argumento es pequeño,
aunque su alcance es grande. Pero vengamos a
nuestra fábula.
Un Cangrejo madre decia una vez a su hija:
¡Dios mío que forma de andar! no puedes marchar
derecha?
- ¿Y cómo andas tu misma?-respondió la hija.
¿Puedo marchar de otro modo a cómo lo hace mi
familia? ¡Quieren que yo camine derecha cuando
todos andan atravesados!
y no le faltaba razón. La fuerza de todo ejemplo
doméstico es universal y se aplica lo mismo
para el bien que para el mal, haciendo sabios
o haciendo necios, muchos más de éstos últimos.
En cuanto al arte de volver la espalda al objeto.
La Fontaine.
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