LAS CORTES DEL LEÓN
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Fábula
Quiso saber un día su majestad el León de cuantas
naciones le había hecho soberano el cielo. Envió
para esto a todos sus vasallos, por medio de
embajadores, una carta circular con su sello.
decía este escrito que el Rey celebraría durante
un mes sus cortes generales, para cuya apertura
daría una gran festín con su presentación de
Macaquete y sus travesuras como fin de fiesta.
Con este rasgo de magnificencia, el Príncipe
demostraba a sus súbditos su poderío.
Invitados pues a su Louvre, pero ¡qué Louvre! (1)
¡Un matadero! Su hedor dio en las narices de sus
invitados. El Oso se tapó las suyas, ¡y más le hubiera
valido no hacerlo!. El Monarca irritado, le mandó
a los infiernos a expresar su desagrado. El mono
al momento aprobó esta severidad extremada, y, adulón
desvergonzado, alabó la ira y la guerra del soberano,
la cueva y el olor, de ámbar la primera y el segundo
de flores o poco meno. Más su necia adulación tuvo
un éxito contrario, pues fue castigado asimismo.
Este Príncipe leonino era pariente cercano de Calígula (2)
Se acercó la zorra y el León la dijo:
- ¿Qué hueles tu?, ¡habla sin rodeos!
-Señor: estoy constipada y nada puedo decir porque no huelo,
-repuso excusándose la zorra-, con lo que salvó el pellejo.
.............................. ............................
Que esto os sirva de enseñanza: Si aparecéis por las Cortes
y queréis ser agradable, no aduléis ni habléis con franqueza.
imitad a la zorra del cuento.
La Fontaine.
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(1) Antigua residencia Real en París, hoy Museo.
(2) Emperador Romano.
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Fábula
Quiso saber un día su majestad el León de cuantas
naciones le había hecho soberano el cielo. Envió
para esto a todos sus vasallos, por medio de
embajadores, una carta circular con su sello.
decía este escrito que el Rey celebraría durante
un mes sus cortes generales, para cuya apertura
daría una gran festín con su presentación de
Macaquete y sus travesuras como fin de fiesta.
Con este rasgo de magnificencia, el Príncipe
demostraba a sus súbditos su poderío.
Invitados pues a su Louvre, pero ¡qué Louvre! (1)
¡Un matadero! Su hedor dio en las narices de sus
invitados. El Oso se tapó las suyas, ¡y más le hubiera
valido no hacerlo!. El Monarca irritado, le mandó
a los infiernos a expresar su desagrado. El mono
al momento aprobó esta severidad extremada, y, adulón
desvergonzado, alabó la ira y la guerra del soberano,
la cueva y el olor, de ámbar la primera y el segundo
de flores o poco meno. Más su necia adulación tuvo
un éxito contrario, pues fue castigado asimismo.
Este Príncipe leonino era pariente cercano de Calígula (2)
Se acercó la zorra y el León la dijo:
- ¿Qué hueles tu?, ¡habla sin rodeos!
-Señor: estoy constipada y nada puedo decir porque no huelo,
-repuso excusándose la zorra-, con lo que salvó el pellejo.
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Que esto os sirva de enseñanza: Si aparecéis por las Cortes
y queréis ser agradable, no aduléis ni habléis con franqueza.
imitad a la zorra del cuento.
La Fontaine.
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(1) Antigua residencia Real en París, hoy Museo.
(2) Emperador Romano.
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