LA FORMA DE LAS NUBES
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- ¡Qué te parezco en este instante?-dijo
la nube al aeronauta.
-Una ballena.
- ¿Y ahora?-repitió un momento después?
-Una montaña oscura.
La nube por el viento, se extendió, y
la luz del sol la coloreó de rojo y amarillo.
-Ahora pareces la bandera Española.
No bien dijo aquello el aeronauta, la nube
volvió a deshacerse, tomó el aspecto de una
cascada de fuego envuelta en espuma.
-Mantente en este estado-dijo el hombre;
-deja que admire esa decoración maravillosa.
Pero la nube se había convertido en una fragata
que flotaba por el espacio con todas las velas
desplegadas.
-Contén los vapores-repitió el hombre-
para que no deshagan esa nueva forma:
quiero formar un croquis.
-Es imposible-respondió la nube- ¿Ves?
Me he convertido en serpiente... ahora soy
una falda de encaje, admira la variedad y
riqueza de mis formas.
-Pero ¿Cuál es la tuya natural?
- ¿Acaso lo sé? Todas y ninguna: las que me
dan luz, el viento y el capricho.
- ¿Habrá en el mundo dijo el aeronauta al
tocar tierra-nada tan inconstante y variable
como una nube?
-Sí- le contestaron-en tu imaginación y en
la de todos. Sólo varia el nombre, porque
la llamamos el capricho.
José Fernandéz Bretón
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. -.-.-.-.-
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- ¡Qué te parezco en este instante?-dijo
la nube al aeronauta.
-Una ballena.
- ¿Y ahora?-repitió un momento después?
-Una montaña oscura.
La nube por el viento, se extendió, y
la luz del sol la coloreó de rojo y amarillo.
-Ahora pareces la bandera Española.
No bien dijo aquello el aeronauta, la nube
volvió a deshacerse, tomó el aspecto de una
cascada de fuego envuelta en espuma.
-Mantente en este estado-dijo el hombre;
-deja que admire esa decoración maravillosa.
Pero la nube se había convertido en una fragata
que flotaba por el espacio con todas las velas
desplegadas.
-Contén los vapores-repitió el hombre-
para que no deshagan esa nueva forma:
quiero formar un croquis.
-Es imposible-respondió la nube- ¿Ves?
Me he convertido en serpiente... ahora soy
una falda de encaje, admira la variedad y
riqueza de mis formas.
-Pero ¿Cuál es la tuya natural?
- ¿Acaso lo sé? Todas y ninguna: las que me
dan luz, el viento y el capricho.
- ¿Habrá en el mundo dijo el aeronauta al
tocar tierra-nada tan inconstante y variable
como una nube?
-Sí- le contestaron-en tu imaginación y en
la de todos. Sólo varia el nombre, porque
la llamamos el capricho.
José Fernandéz Bretón
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