![En la noche serena brilla la Luz](/fotos_reducidas/2/0/5/00700205.jpg)
ESTADO DEL ALMA
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Nos morimos de amor y ¡Dios mío!...
los besos más dulces nos saben a hastío.
Logramos la mística senda y los rezos
entonces- ¡Dios mío!- nos saben a besos.
Queremos ser buenos, ser simples normales,
sin fases complejas ni sentimentales.
Y porque la tarde de rosas nos besa
nos ponemos tristes, con una tristeza!
que el alma se calla, se aflige, se mustia;
mientras nos embarga tan ciega ternura,
que no distinguimos
si en ella fermenta locura o angustia
o en ella la angustia que da la locura.
¡ay! y así vivimos.
¡Y este afán de contarle a la gente
todo lo que dentro de nosotros pasa!
como quien sin pudor o inconsciente
dice las miserias de su propia casa.
¡Y el querer de un vino de penas
embriagar corazones humanos!
-con simple vino de canciones-.
Sin pensar que en las almas ajenas,
viven mudos dolores arcanos,
y que unos mismos son los corazones
y unas mismas las penas!
¡Ay! y así vivimos
de nada y de todo. de males diversos:
de penas de amores, de versos...
¡Y así nos morimos!.
Juan Santaella.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
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Nos morimos de amor y ¡Dios mío!...
los besos más dulces nos saben a hastío.
Logramos la mística senda y los rezos
entonces- ¡Dios mío!- nos saben a besos.
Queremos ser buenos, ser simples normales,
sin fases complejas ni sentimentales.
Y porque la tarde de rosas nos besa
nos ponemos tristes, con una tristeza!
que el alma se calla, se aflige, se mustia;
mientras nos embarga tan ciega ternura,
que no distinguimos
si en ella fermenta locura o angustia
o en ella la angustia que da la locura.
¡ay! y así vivimos.
¡Y este afán de contarle a la gente
todo lo que dentro de nosotros pasa!
como quien sin pudor o inconsciente
dice las miserias de su propia casa.
¡Y el querer de un vino de penas
embriagar corazones humanos!
-con simple vino de canciones-.
Sin pensar que en las almas ajenas,
viven mudos dolores arcanos,
y que unos mismos son los corazones
y unas mismas las penas!
¡Ay! y así vivimos
de nada y de todo. de males diversos:
de penas de amores, de versos...
¡Y así nos morimos!.
Juan Santaella.
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