LAS DOS OLLAS
=============
Cierta vez se juntaron
dos buenas ollas;
barro cocido, una;
hierro la otra.
(Es cosa clara,
la segunda no es fácil
que se quebrara...)
Quería la de hierro
ir de viaje
y a la primera invita
a que la acomnpañe:
-Yo soy más fuerte,
nada, yendo conmigo,
va a sucederte-
afirma con objeto
de decidirla.
Pero la olla de barro,
prudente y tímida,
se excusa luego
creyendo de que su sitio
es junto al fuego.
-Témome, pues soy frágil,
dar un tropiezo
y hacerme mil pedazos,
mas tú, caldero,
con la piel dura
puedes impunemente
ir de aventura.
-Yo habré de protegerte,
no tengas miedo.
Si algo recio encontramos
me comporometo
a ir la primera
destryendo el ostáculo
para que puedas
seguirme sin apuros
y sin peligro-,
argumentó el caldero.
Y decidido
quedó enseguida
que irían de viaje
las dos amigas.
La pobre olla de barro
pagó buen precio
por su tonto capricho
de ir de paseo.
(No imaginaba
que, sin querer, su amiga
la golpearía...)
Al vadear un rió,
fuerte corriente
hace que chioquen ambas;
la que padece
es, ya se sabe,
la triste olla de barro
que va y se parte...
..........................
Esta fábula, amigo,
nunca la olvides:
Sólo con tus iguales
debes unirte;
de lo contrario
puedes correr la suerte
de la del barro.
Los pobres que se juntan
con los poderosos,
no esperen resultados
beneficiosos.
Y tu recuerda
que siempre por lo débil
rompre la cuerda...)
Esopo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
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Cierta vez se juntaron
dos buenas ollas;
barro cocido, una;
hierro la otra.
(Es cosa clara,
la segunda no es fácil
que se quebrara...)
Quería la de hierro
ir de viaje
y a la primera invita
a que la acomnpañe:
-Yo soy más fuerte,
nada, yendo conmigo,
va a sucederte-
afirma con objeto
de decidirla.
Pero la olla de barro,
prudente y tímida,
se excusa luego
creyendo de que su sitio
es junto al fuego.
-Témome, pues soy frágil,
dar un tropiezo
y hacerme mil pedazos,
mas tú, caldero,
con la piel dura
puedes impunemente
ir de aventura.
-Yo habré de protegerte,
no tengas miedo.
Si algo recio encontramos
me comporometo
a ir la primera
destryendo el ostáculo
para que puedas
seguirme sin apuros
y sin peligro-,
argumentó el caldero.
Y decidido
quedó enseguida
que irían de viaje
las dos amigas.
La pobre olla de barro
pagó buen precio
por su tonto capricho
de ir de paseo.
(No imaginaba
que, sin querer, su amiga
la golpearía...)
Al vadear un rió,
fuerte corriente
hace que chioquen ambas;
la que padece
es, ya se sabe,
la triste olla de barro
que va y se parte...
..........................
Esta fábula, amigo,
nunca la olvides:
Sólo con tus iguales
debes unirte;
de lo contrario
puedes correr la suerte
de la del barro.
Los pobres que se juntan
con los poderosos,
no esperen resultados
beneficiosos.
Y tu recuerda
que siempre por lo débil
rompre la cuerda...)
Esopo.
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