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NOTA DE PRENSA
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Preservar la vida en los pueblos implica un sobrecoste anual de 810.000 euros en autobuses
G. Arce / Burgos - domingo, 7 de febrero de 2016
Asientos vacíos. Una media de 970 viajeros usan cada semana el transporte a la demanda, aunque en una mayoría de los trayectos apenas se mueven vecinos en invierno
La despoblación severa y el envejecimiento demográfico de buena parte de la provincia de Burgos quedan visualizados perfectamente en el coste de un billete de autobús rural. El vecino de un pueblo que acude entre semana a la capital o una cabecera de comarca a la consulta del especialista, a realizar una gestión administrativa de rutina o simplemente a hacer la compra doméstica, abona 2 euros por el viaje de ida y vuelta, esté donde esté, sea invierno o verano. Pero este servicio público vital para muchas familias -matrimonios en su mayoría de avanzada edad en esta época del año- sería imposible sin los 13 euros de más que debe aportar la Junta de Castilla y León para cubrir todos los gastos. Así, el autobús puerta a puerta de nuestros pueblos genera cada año 810.565 euros de déficit, un lastre económico crónico que no deja de crecer (con el IPC) mientras el volumen potencial de pasajeros en las 117 rutas operativas en el conjunto de la provincia apenas supera los 970 cada la semana.
Y esos 970 son una media estadística de doce meses, pues en 8 de las 11 comarcas en las que se reparte el servicio de transporte a la demanda en Burgos los viajeros semanales no llegan a los cien e incluso es habitual -especialmente en invierno- que algunos de los 36 autobuses en activo -cuyo tamaño se adapta a la demanda- no se detengan en todos los pueblos reunidos en la red por la sencilla razón de que ningún vecino ha solicitado viaje en el número telefónico 900 20 40 20.
Este déficit se explica en una provincia en la que el 47% de sus 364.000 habitantes habita en la capital y en la que casi la mitad de sus municipios suman menos de cien empadronados. Incluso hay pedanías que apenas tienen habitantes durante buena parte del año.
Así, en el año 2000, se contabilizaban 128 localidades con menos de cien habitantes que sumaban un censo de 8.180 personas. Quince años después, se han incluido otras 30 localidades más al censo de las pequeñas y 950 vecinos más como potenciales usuarios de un autobús para organizar su vida diaria.
A este condicionante demográfico se une otro cultural pues, a pesar de lo atractivo de los precios del billete de autobús, el coche -utilizado de manera individual o con fórmulas compartidas- sigue siendo el medio de locomoción estrella en los desplazamientos internos por la provincia. No ha pesado la crisis en su uso y Burgos, a diferencia de otras capitales, sigue siendo una ciudad accesible hasta su centro histórico y con aparcamientos disponibles.
Menos pueblos. El transporte a la demanda comunica 588 núcleos de población si -como su nombre indica- se reserva plaza por teléfono previamente. Hace un lustro, la red llegaba a 640 pueblos. Un total de 390.550 personas han utilizado este servicio desde su arranque en 2005, aunque la estadística de la Consejería de Fomento no detalla qué porcentaje de esta clientela corresponde a los meses de vacaciones -y, por lo tanto, a los veraneantes- y qué otro porcentaje se refiere a los residentes, los que mantienen vivo el pueblo durante todo el año.
La media más baja de viajeros se localiza en la zona del Condado de Treviño (27,28 a la semana en sus 11 rutas), seguida del Valle de Mena (47,37 en 8 trayectos) y de Medina de Pomar (66,99 en 7 rutas). Tampoco llegan a los cien en Espinosa de los Monteros (69,03 en 9), ni en el Valle de Tobalina (71,24 en 15), ni en Roa (78,56 en 6), Sedano (87,73 en 9) y ni en el Valle de Valdevezana (92,40 en 12 rutas).
La zona de Burgos Rural Norte suma 206,46 usuarios en sus 14 rutas (a Caborredondo, Villaescusa la Solana, Melgosa, Villalval, Avellanosa del Páramo, Las Rebolledas, Los Tremellos, La Nuez de Arriba, Villagonzalo-Arenas, Pineda de la Sierra, Cernégula, Terradillos de Sedano, Galarde y Arraya de Oca), lo que la sitúa en primer lugar de demanda. Le siguen los 17 viajes en torno a Briviesca (118,86) y las 9 de Villarcayo (105).
Sin contar las cabeceras de comarca, el transporte a la demanda da servicio directo a una población de 33.375 vecinos. Son, por lo general, viajes de ida a primera hora de la mañana y de vuelta en horario de tarde, al menos, tres días laborales a la semana. Los puntos de destino, en el caso de Burgos, se han adaptado a los Centros de Salud Norte y San Agustín y a la estación de autobuses. Se echa en falta la parada cerca del nuevo hospital.
Desde la puesta en marcha del transporte a la demanda, la Junta ha desembolsado 2,3 millones en su implantación física y tecnológica de esta red (algunos autobuses portan localizadores GPS).
Pese al esfuerzo realizado, quedan amplias zonas de la provincia y muchos núcleos a los que no llegan este tipo de autobuses. De seguir la tendencia actual, el déficit seguirá creciendo, pues la clientela potencial crece en la medida en que la despoblación sigue empequeñeciendo los pueblos...
Fuente: Diario de Burgos de hoy.
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Preservar la vida en los pueblos implica un sobrecoste anual de 810.000 euros en autobuses
G. Arce / Burgos - domingo, 7 de febrero de 2016
Asientos vacíos. Una media de 970 viajeros usan cada semana el transporte a la demanda, aunque en una mayoría de los trayectos apenas se mueven vecinos en invierno
La despoblación severa y el envejecimiento demográfico de buena parte de la provincia de Burgos quedan visualizados perfectamente en el coste de un billete de autobús rural. El vecino de un pueblo que acude entre semana a la capital o una cabecera de comarca a la consulta del especialista, a realizar una gestión administrativa de rutina o simplemente a hacer la compra doméstica, abona 2 euros por el viaje de ida y vuelta, esté donde esté, sea invierno o verano. Pero este servicio público vital para muchas familias -matrimonios en su mayoría de avanzada edad en esta época del año- sería imposible sin los 13 euros de más que debe aportar la Junta de Castilla y León para cubrir todos los gastos. Así, el autobús puerta a puerta de nuestros pueblos genera cada año 810.565 euros de déficit, un lastre económico crónico que no deja de crecer (con el IPC) mientras el volumen potencial de pasajeros en las 117 rutas operativas en el conjunto de la provincia apenas supera los 970 cada la semana.
Y esos 970 son una media estadística de doce meses, pues en 8 de las 11 comarcas en las que se reparte el servicio de transporte a la demanda en Burgos los viajeros semanales no llegan a los cien e incluso es habitual -especialmente en invierno- que algunos de los 36 autobuses en activo -cuyo tamaño se adapta a la demanda- no se detengan en todos los pueblos reunidos en la red por la sencilla razón de que ningún vecino ha solicitado viaje en el número telefónico 900 20 40 20.
Este déficit se explica en una provincia en la que el 47% de sus 364.000 habitantes habita en la capital y en la que casi la mitad de sus municipios suman menos de cien empadronados. Incluso hay pedanías que apenas tienen habitantes durante buena parte del año.
Así, en el año 2000, se contabilizaban 128 localidades con menos de cien habitantes que sumaban un censo de 8.180 personas. Quince años después, se han incluido otras 30 localidades más al censo de las pequeñas y 950 vecinos más como potenciales usuarios de un autobús para organizar su vida diaria.
A este condicionante demográfico se une otro cultural pues, a pesar de lo atractivo de los precios del billete de autobús, el coche -utilizado de manera individual o con fórmulas compartidas- sigue siendo el medio de locomoción estrella en los desplazamientos internos por la provincia. No ha pesado la crisis en su uso y Burgos, a diferencia de otras capitales, sigue siendo una ciudad accesible hasta su centro histórico y con aparcamientos disponibles.
Menos pueblos. El transporte a la demanda comunica 588 núcleos de población si -como su nombre indica- se reserva plaza por teléfono previamente. Hace un lustro, la red llegaba a 640 pueblos. Un total de 390.550 personas han utilizado este servicio desde su arranque en 2005, aunque la estadística de la Consejería de Fomento no detalla qué porcentaje de esta clientela corresponde a los meses de vacaciones -y, por lo tanto, a los veraneantes- y qué otro porcentaje se refiere a los residentes, los que mantienen vivo el pueblo durante todo el año.
La media más baja de viajeros se localiza en la zona del Condado de Treviño (27,28 a la semana en sus 11 rutas), seguida del Valle de Mena (47,37 en 8 trayectos) y de Medina de Pomar (66,99 en 7 rutas). Tampoco llegan a los cien en Espinosa de los Monteros (69,03 en 9), ni en el Valle de Tobalina (71,24 en 15), ni en Roa (78,56 en 6), Sedano (87,73 en 9) y ni en el Valle de Valdevezana (92,40 en 12 rutas).
La zona de Burgos Rural Norte suma 206,46 usuarios en sus 14 rutas (a Caborredondo, Villaescusa la Solana, Melgosa, Villalval, Avellanosa del Páramo, Las Rebolledas, Los Tremellos, La Nuez de Arriba, Villagonzalo-Arenas, Pineda de la Sierra, Cernégula, Terradillos de Sedano, Galarde y Arraya de Oca), lo que la sitúa en primer lugar de demanda. Le siguen los 17 viajes en torno a Briviesca (118,86) y las 9 de Villarcayo (105).
Sin contar las cabeceras de comarca, el transporte a la demanda da servicio directo a una población de 33.375 vecinos. Son, por lo general, viajes de ida a primera hora de la mañana y de vuelta en horario de tarde, al menos, tres días laborales a la semana. Los puntos de destino, en el caso de Burgos, se han adaptado a los Centros de Salud Norte y San Agustín y a la estación de autobuses. Se echa en falta la parada cerca del nuevo hospital.
Desde la puesta en marcha del transporte a la demanda, la Junta ha desembolsado 2,3 millones en su implantación física y tecnológica de esta red (algunos autobuses portan localizadores GPS).
Pese al esfuerzo realizado, quedan amplias zonas de la provincia y muchos núcleos a los que no llegan este tipo de autobuses. De seguir la tendencia actual, el déficit seguirá creciendo, pues la clientela potencial crece en la medida en que la despoblación sigue empequeñeciendo los pueblos...
Fuente: Diario de Burgos de hoy.
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