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NOTA DE PRENSA
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Retiran nidos de procesionaria en 50 zonas verdes de la ciudad
C. M. / Burgos - martes, 12 de abril de 2016
Jardines de Burgos ha aplicado el tratamiento de menor impacto ecológico, que consigue que al año siguiente se reduzca la población de orugas y, por tanto, la plaga sea menor
La unión temporal de empresas Jardines de Burgos ha retirado nidos o bolsones de procesionaria en medio centenar de zonas ajardinadas la ciudad. El Ayuntamiento realizó el encargó de que actuara en las que hubiera una mayor afluencia de personas para evitar cualquier problema.
Según el informe elaborado por la sección de Vías Públicas, Conservación y Mantenimiento, se han eliminado en la barriada de El Pilar, Los Pisones, el bulevar, el entorno de la nueva estación de tres, la iglesia de Gamonal, Esteban Saez Alvarado, Casa La Vega, avenida de Valentín Niño, la de Castilla y León, en el entorno de El Hangar, Dos de Mayo, Avelino Antolín Toledano o Barriada Yagüe, entre otros.
El tratamiento que se ha realizado es el que tiene un «menor impacto ecológico» si se compara con cualquier otro químico aplicando un insecticida, según se asegura en el informe. De este modo, los operarios han procedido a retirar los bolsones de los árboles de manera mecánica durante los meses de invierno, buscando la menor temperatura. Las orugas están en un estado de movilidad es nula o casi nula, lo que facilita su captura.
Este tipo de actuación intenta evitar que el ciclo biológico de esta plaga se interrumpa en el mayor número de elementos posible y al año siguiente haya una población menor y, por tanto, que la plaga se reduzca.
La existencia de altas concentraciones de oruga procesionaria, entraña un importante riesgo para las mascotas y también para los menores debido a que con un simple contacto pueden provocar reacciones en ojos o la boca e, incluso, anafilaxia severa. Es un proceso natural que se da en los pinares a comienzo de la primavera. Las orugas bajan de los nidos (bolas blancas) que han construido en las copas de los pinos en los meses fríos y en grupo y en hilera se entierran en el suelo antes de crisalizar, lo que suele suceder en julio, y convertirse en mariposa.
La característica fila que forman las orugas llama mucho la atención y si los perros o los humanos toca sus pelos urticantes les provoca una hinchazón en la lengua, la boca, el esófago o el estómago e, incluso, la muerte si no se le somete a una intervención veterinaria rápida.
zonas periféricas. El informe pone de manifiesto la necesidad de actuar también en zonas periféricas pues de lo contrario las intervenciones no tendrían el resultado deseado. Carolina Blasco, concejala de Medio Ambiente, ha solicitado un informe para valorar esta actuación, así como también que se realice una «vigilancia intensiva» en las áreas en las que se han retirado los nidos.
Fuente: Diario de Burgos de hoy.
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Retiran nidos de procesionaria en 50 zonas verdes de la ciudad
C. M. / Burgos - martes, 12 de abril de 2016
Jardines de Burgos ha aplicado el tratamiento de menor impacto ecológico, que consigue que al año siguiente se reduzca la población de orugas y, por tanto, la plaga sea menor
La unión temporal de empresas Jardines de Burgos ha retirado nidos o bolsones de procesionaria en medio centenar de zonas ajardinadas la ciudad. El Ayuntamiento realizó el encargó de que actuara en las que hubiera una mayor afluencia de personas para evitar cualquier problema.
Según el informe elaborado por la sección de Vías Públicas, Conservación y Mantenimiento, se han eliminado en la barriada de El Pilar, Los Pisones, el bulevar, el entorno de la nueva estación de tres, la iglesia de Gamonal, Esteban Saez Alvarado, Casa La Vega, avenida de Valentín Niño, la de Castilla y León, en el entorno de El Hangar, Dos de Mayo, Avelino Antolín Toledano o Barriada Yagüe, entre otros.
El tratamiento que se ha realizado es el que tiene un «menor impacto ecológico» si se compara con cualquier otro químico aplicando un insecticida, según se asegura en el informe. De este modo, los operarios han procedido a retirar los bolsones de los árboles de manera mecánica durante los meses de invierno, buscando la menor temperatura. Las orugas están en un estado de movilidad es nula o casi nula, lo que facilita su captura.
Este tipo de actuación intenta evitar que el ciclo biológico de esta plaga se interrumpa en el mayor número de elementos posible y al año siguiente haya una población menor y, por tanto, que la plaga se reduzca.
La existencia de altas concentraciones de oruga procesionaria, entraña un importante riesgo para las mascotas y también para los menores debido a que con un simple contacto pueden provocar reacciones en ojos o la boca e, incluso, anafilaxia severa. Es un proceso natural que se da en los pinares a comienzo de la primavera. Las orugas bajan de los nidos (bolas blancas) que han construido en las copas de los pinos en los meses fríos y en grupo y en hilera se entierran en el suelo antes de crisalizar, lo que suele suceder en julio, y convertirse en mariposa.
La característica fila que forman las orugas llama mucho la atención y si los perros o los humanos toca sus pelos urticantes les provoca una hinchazón en la lengua, la boca, el esófago o el estómago e, incluso, la muerte si no se le somete a una intervención veterinaria rápida.
zonas periféricas. El informe pone de manifiesto la necesidad de actuar también en zonas periféricas pues de lo contrario las intervenciones no tendrían el resultado deseado. Carolina Blasco, concejala de Medio Ambiente, ha solicitado un informe para valorar esta actuación, así como también que se realice una «vigilancia intensiva» en las áreas en las que se han retirado los nidos.
Fuente: Diario de Burgos de hoy.
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