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LA ZORRA Y LOS FAISANES
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Una bandada de faisanes se había posado en la rama de
un árbol cuando la zorra pasó por debajo.
-No la perdáis de vista-susurró uno de los faisanes-.
Aquí estamos a salvo, pero ya sabéis que la zorra es muy
astuta, y seguro que buscará la forma de hincarnos el diente.
Los faisanes se apiñaron sin dejar de mirar a la zorra, que
comenzó a dar saltos y a bailar como si estuviese loca
de remate: brincaba sin parar, daba zarpazos al aire, sacudía
el rabo como si se estuviese quemando... Los faisanes
empezaron a reírse de tanta chaladura:
-Está chiflada-decían entre carcajadas.
La zorra siguió haciendo payasadas durante un buen rato
y al cabo se puso a girar sobre sí misma como un peonza,
hasta que los faisanes se marearon de tanto mirarla.
Estaban tan aturdidos que todo comenzó a darles vueltas,
así que perdieron el equilibrio y cayeron al suelo.
Rápida como el rayo, la zorra se lanzó sobre ellos y logró
apresar a cuatro.
-Querido público, os quedo muy agradecido por vuestra
atención-dijo haciendo una pequeña reverencia.
Y sin más tardanza se zampó los cuatro faisanes.
.............................. ....................
Cuando menos lo esperamos, el peligro se presenta.
Fábula de Esopo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. -.-.-
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Una bandada de faisanes se había posado en la rama de
un árbol cuando la zorra pasó por debajo.
-No la perdáis de vista-susurró uno de los faisanes-.
Aquí estamos a salvo, pero ya sabéis que la zorra es muy
astuta, y seguro que buscará la forma de hincarnos el diente.
Los faisanes se apiñaron sin dejar de mirar a la zorra, que
comenzó a dar saltos y a bailar como si estuviese loca
de remate: brincaba sin parar, daba zarpazos al aire, sacudía
el rabo como si se estuviese quemando... Los faisanes
empezaron a reírse de tanta chaladura:
-Está chiflada-decían entre carcajadas.
La zorra siguió haciendo payasadas durante un buen rato
y al cabo se puso a girar sobre sí misma como un peonza,
hasta que los faisanes se marearon de tanto mirarla.
Estaban tan aturdidos que todo comenzó a darles vueltas,
así que perdieron el equilibrio y cayeron al suelo.
Rápida como el rayo, la zorra se lanzó sobre ellos y logró
apresar a cuatro.
-Querido público, os quedo muy agradecido por vuestra
atención-dijo haciendo una pequeña reverencia.
Y sin más tardanza se zampó los cuatro faisanes.
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Cuando menos lo esperamos, el peligro se presenta.
Fábula de Esopo.
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