HORTIGUELA: La poesia alimenta el alma; recurrente...

MADRIGAL
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Está la ave en el aire con sosiego.
en la agua el pez, la salamandra en el fuego,
y el hombre, en cuyo ser todo se encierra,
está en sola la tierra.
Y sólo que nací para tormentos,
estoy en todos estos elementos;
la boca tengo en el aire suspirando,
el cuerpo en la tierra esta peregrinando,
los ojos tengo en llanto noche y día,
y en fuego el corazón y el alma mía.

Francisco de Quevedo.
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La poesia alimenta el alma; recurrente
en nuestros momentos de tristeza y soledad, o en nuestros felices momentos, en que cuan imaginario sean creemos alcanzar el cielo, la poesia sera como la madre buena a cuyo regazo iremos a buscar, amparo.
Un abrazo Angelica