Las
Navidades cada cual las vive a su modo, ahora hay mucho menos fervor que años atrás. Creo se ha materializado
todo excesivamente dando más prioridad al consumismo que a la parte espiritual. ¡Quizá, sea una apreciación
mía!, aunque no sea este mi caso. La publicidad incita a conseguir más y más, sin límites aceptables.
A mi esto me recuerda a un pensamiento de un filósofo alemán que ejerció de profesor en
Estados Unidos
el cual decía que al hombre antiguo se le explotaba en la miseria y al
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