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HORTIGUELA: Javier: Cómo me gusta tu relato, me figuro la escena...

Abro esta ventana para apuntar un recuerdo que por estos días de carnaval viene a mi mente y, no es otro que, allá por los años 56-57-58 (vete tú a saber...), a mi hermano con su cuadrilla, no se le ocurrió otra cosa que subirse a un olmo que había en una senda que desde las traseras del garaje-almacén de los Alonso se dirigía a la panadería (de entonces) de los Arreba. El olmo (de los muchos que existían por entonces antes de enfermar y morirse), sería de unos 10 m., con la copa mocha, robusto, con ramas en las que sujetarse, si no de qué habría llegado hasta arriba, donde pretendía dejar escondida "la vaca", hasta ser recogida para correrla. Un compañero de mi padre que vio el espectáculo del travieso José Migel y su cuadrilla, no tuvo mejor cosa que hacer, que transmitir lo visto a nuestro padre. (Todo esto por mi sabido posteriormente, claro, aunque no andaría muy lejos). El Sr. Francisco, sin pensárselo dos veces hizo el ademán de echarse a correr al mentado sitio, no sin antes ser parado en seco por el agarre del brazo al que con fuerza fue retenido por el compañero, diciéndole éste "Para, para, que éste es capaz de tirarse" y es que, conocida la rectitud de nuestro padre, creía el detenedor que a una voz o reprimenda al preciado hijo iba a ser peor el remedio que... Total, que sin ser visto, espero que el chico acabase su faena, para ya en el suelo echarle la reprimenda correspondiente. La mentada vaca, consistía en el cosido de unos sacos de los de entonces, a los que se les añadía dos cuernos y que para jolgorio de los menores (también de los mozos, que tenían la suya), correr detrás de las chicas.
Que sirvan estas palabras en su recuerdo.

Javier: Cómo me gusta tu relato, me figuro la escena cual si ahí fuese presente. Quiero que sepas que
yo también guardo esos y otros recuerdos del Carnaval, en los que la imaginación se ponía a prueba
a falta de otros medios más acordes de disfraces y demás. En" Vaca Merina", afortunadamente, sigue
vigente, ahora un poco más real que en aquel entonces. En este foro tengo subida una imagen
que con un poco paciencia podrás ver. Son recuerdos de nuestra infancia que han vagado con
nosotros a lo largo de muchos años y lugares diferentes pero que conservamos como cosa nuestra.
Gracias Javier de verte por este espacio. Si lo deseas sigue contándonos más anécdotas. Un abrazo.
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Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
La "Vaca Merina", no era el único acto permisivo que se presentaba durante las licenciosas fiestas
del Carnaval. Aunque de forma casi furtiva, también se hacían: especta-culos, masculinos, anónimos
que recorrían algunas calles del pueblo semiocultos en el interior de un carro de varas arrastrado
por hombres al descubierto. Eso se hacía allá por los lejanos años 50; años después, aquello dejó de
hacerse, tal vez, por estar rayando lo impúdico.
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