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HORTIGUELA: Evangelio...

Lo que dejamos, es tan entrañable. A mi y a mis hijas, en plural por mi nuera, incluida. Cuando soñamos, es rara la ocasion, que no soñemos con la casa de Cuba y mi hija llevaba en la CEN desde que empezó el proyecto de Ciudad Nuclear, porqu su esposo trabajaba como ingeiero alli y ella de economica, bien arraigados, y nosotros cuando nos reunimos, hasta lloramo, acordándonos de todo, Marc eso, es mas que nostalgia, Marcel eso es amor a la tierra que te vio nacer.
mis plantitas mis vecinos el recuerdo de mis padres, tan amados por mi y por sus nietos, mis dos hijos<< Para mis padres vida inmortal porque es muy grato sobre la frente sentir el roce del beso ardiente, que de otra boca nunca es
igual.
Mi abrazo
Angela
igual.
Mi abrazo.

Angela: Es duro y tierno cuanto relatas. Ya me hago el cargo de lo que cuentas. La emigración, sea voluntaria o forzosa cuenta con un sacrificio muy grande que no se acaba y olvida nunca. Dice un poeta al respecto de ello: Una persona emigrada es como un árbol transplantado a otro ambiente diferente del que estaba. Sigue siendo la misma planta pero con una fruta de sabor diferente. Creo que es elocuente y perfecto su pensamiento. Así estamos millones de personas, el caso menos penoso es cuando el emigrado lo hace por buscar una vida mejor, en el caso del forzoso, es además de penoso muy triste. Mas estas dos causas son siempre ajenas a nuestra voluntad y no debemos culparnos por ello, sino achacarlo a las circunstancias nuestras y llevarlo
con la alegría de nuestro buen hacer con honradez y disciplina. Ello nos colocará en la órbita de todo bien nacido. Un abrazo.

Evangelio
Marcos 1:40-45
40Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme.»41Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; quedar limpio.»42Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. 43Le despidió al instante prohibiéndole severamente: 44«Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.»45Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.
mi saludo
Angelica