Oh! ya se me olvida, todo lo que no sea caritas, duces, tiernas, que nvitan a mimarlesQue preciosos, haria falta traer a estas paginas fotos de niños, bebitos, o mas grandecitos, ya esa foto, me llena de amory quisiera darles a los niños todo, cuidarlos, evitarles toda maldad. Angelitos preciosos, y todo lo que hacen, me encanta. los programas infantiles, en que ellos son el centro, me vuelven loca. las fotos preciosas hace falta colocar fotos de mas actualidad, para conocer vuestros niños. Con precauciones, porque, hay, seres malvados, que los utilizan, para satisfacer, sus ansias de dinero o satisfacer, la corrupcion sus vicios. En esta sta cuaresma. digamos oraciones para la proteccion de nuestros niños delmundo. Los niños, son La esperanza del mundo, los niños son los qu saben amar.
Un abrazo
Angélica.
Un abrazo
Angélica.
¡Cuantas alegría nos ha dado este juego de salón! Estaba antaño, uno de mayor tamaño en el interior del Bar Alonso, hoy convertido en la Taberna Moruga,
establecimiento que en verano incorpora también uno que hace las delicias de grandes y chicos. Se juega normalmente entre cuatro personas que rivalizan dos a dos. A veces sólo juegan dos uno en cada lado.
establecimiento que en verano incorpora también uno que hace las delicias de grandes y chicos. Se juega normalmente entre cuatro personas que rivalizan dos a dos. A veces sólo juegan dos uno en cada lado.
PENDIENTE>Walt WHITMAN ¡Oh yo, vida!
¡Oh yo, vida! Todas estas cuestiones me asaltan,
Del desfile interminable de los desleales,
De ciudades llenas de necios,
De mí mismo, que me reprocho siempre, pues,
¿Quién es más necio que yo, ni más desleal?
De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
Despreciables, de la lucha siempre renovada,
De los malos resultados de todo, de las multitudes
Afanosas y sórdidas que me rodean,
De los años vacíos e inútiles de los demás,
Yo entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡oh, mi yo!, la triste pregunta que
Vuelve: “ ¿Qué hay de bueno en todo esto?”
Y la respuesta:.
un abrazo
Angélica
¡Oh yo, vida! Todas estas cuestiones me asaltan,
Del desfile interminable de los desleales,
De ciudades llenas de necios,
De mí mismo, que me reprocho siempre, pues,
¿Quién es más necio que yo, ni más desleal?
De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
Despreciables, de la lucha siempre renovada,
De los malos resultados de todo, de las multitudes
Afanosas y sórdidas que me rodean,
De los años vacíos e inútiles de los demás,
Yo entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡oh, mi yo!, la triste pregunta que
Vuelve: “ ¿Qué hay de bueno en todo esto?”
Y la respuesta:.
un abrazo
Angélica