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POBRE ES LA CASA.
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Poesía china
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Pobre es la casa en la montaña, del viejo campesino,
pobre la tierra pedregosa que cultiva;
y pobre la cosecha, las gabelas le dejan sin comer.
Ha de entregarlo todo a los graneros insaciables
del gobierno.
Y al fin de año, la casa está vacía: sólo una azada
y un arado.
Reúne a sus hijos y sube monte arriba a recoger bellotas.
Mientras tanto, los comerciantes viajan por el río del
Oeste con montones de perlas.
Y en el barco sus perros comen sólo carne.

Chang Tsi.
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Marc, pobre de los pobres, siempre lo seran, superar esa etapa, es harto difícil, se lograría si no hubiese tanta injusticia, pues un trabajo digno y bien remunerado, te daria posibilidades, de vivir decentemente, pero los dueños de las riquezas, quieren esclavos, que vivan peor que los perros, de algunos países para ellos guardar, mas y mas dinero
. Bien son malvados, pero hay algo que se llama vergüenza y otra que se llama, trabajo, combinados ambos, te brindan apoyo a pesar de los abusos que conocemos, sin lugar a dudas, somos los padrs, los que debemos, dar el ejemplo de
,; hay que trabajar, y luchar por las mejoras, que los jóvenes tienen que estudiar, si hay facilidad, para las dos
alternativas, pues sera una ayuda para los pobres papas,, Graduados los hijos muchos alcanzada la libertad que da el trabajo, conocedores de sus derechos, podran exigirlos, sin faltar a los deberes y respetando las leyes establecidas o enfrentándolas cuando, no son justas, y se violan los derechos humanos.
Un abrazo.
Angélica.

Angela, estoy totalmente de acuerdo.

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Lecturas de hoy Domingo 5º de Pascua - Ciclo B
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Hoy, domingo, 29 de abril de 2018
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (9,26-31):

En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles. Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús. Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén, predicando públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso. La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 21,26b-27.28.30.31-32

R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea

Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan:
viva su corazón por siempre. R/.

Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán las familias de los pueblos.
Ante él se postrarán las cenizas de la tumba,
ante él se inclinarán los que bajan al polvo. R/.

Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (3,18-24):

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

Palabra de Dios
Evangelio de hoy
Evangelio según san Juan (15,1-8), del domingo, 29 de abril de 2018
604Guardar
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»

Palabra del SR