Iglesia de La
Santa Cruz
LA IGLESIA PARROQUIAL de
Hoyos del Tozo conserva en buena parte su estructura
románica, exceptuando el primitivo
ábside. La nave, única, se aboveda con cañón apuntado reforzado por dos
arcos fajones que no se apean en
capiteles. Exteriormente presenta aparejo de mampostería con cadena de sillares en los ángulos y una
espadaña a los pies de dos cuerpos. Adosada al muro sur se encuentra la
portada, abocinada con tres arquivoltas apuntadas y jambas en las que acodilla una pareja de
columnas, cuyas basas y parte de los fustes quedan ocultos al estar actualmente el suelo elevado respecto a su nivel primitivo.
Añadidos a la primitiva estructura de la iglesia encontramos una
capilla en el muro norte que cumple función de baptisterio –con
pila bautismal románica- y un
pórtico cerrado en el muro sur, que dificulta la visibilidad de la portada.
La decoración escultórica queda reducida a las arquivoltas y capiteles de la portada y a los
canecillos de los muros norte y sur. Éstos –un total de 11 en el muro norte y 19 en el sur- se decoran con variados motivos: serpiente de cuerpo arqueado, busto humano con gesto burlesco,
flor de pétalos abultados, varios prótomos de animales y cuadrúpedos, una figura humana armada con una espada, otra en posición frontal, un músico con un instrumento de cuerda, hojas avolutadas, una sirena muy desgastada y de simple nacela.
En cuanto a las arquivoltas de la portada, la primera ésta compuesta por un haz de tres boceles, la segunda muestra baquetón con una especie de cuñas o abrazaderas a ambos lados y la exterior se decora con junquillo en la arista y dos bandas de abilletado. Las impostas, que recorren todo el muro de la portada van decoradas con trama de
nido de avispa.
En el primero de los capiteles asistimos a una escena de difícil lectura. En el se ven dos figuras humanas de pie y de frente, una en un lateral y otra en el ángulo, esta última con un objeto entre las manos. En la otra cara se representa lo que parece un sarcófago con la lauda alzada, viéndose el difunto; bajo él sólo se distingue medianamente bien la cabeza de un
león. Esta cesta manifiesta similitudes con otra de
San Andrés de Montearados. En el
capitel derecho se figuran un león pasante y una sirena de doble cola en la tradicional actitud de alzársela con ambas manos. Pese a la rudeza, destaca la decoración de arquillos de los fustes, sogueada en el caso del izquierdo.
El taller que trabaja en este templo, caracterizado por su rudeza, presenta afinidades con los que trabajan en otros templos de la zona a finales del siglo XII.
En el interior se conserva un bello ejemplar de pila bautismal románica, de copa semiesférica de 90 cm de diámetro x 76 cm de altura. El frente se decoro con dos niveles de motivos enmarcados por dos finas bandas, de rombos excisos la superior y zigzag la inferior. En la zona alta se dispuso una trama de retícula romboidal idéntica a la que orna la imposta de la portada, aunque aquí la obra restó inacabada; en la parte inferior de la copa se extiende una arquería de medio punto sobre columnas.
-ENCICLOPEDIA DEL
ROMÁNICO-