Pues sí Charo, hace unos cuantos años (arriba de los 65) que por esos bellos escenarios saltábamos y corríamos. Aquello sí que era infancia
feliz dentro de la precariedad del momento. Tenemos una comarca muy bella. La pena es que a este ritmo de despoblación se nos va a quedar desierta. No sé si con solo lamentaciones lograremos detener el desierto demográfico que avanza.