Se levanta a la entrada del
pueblo, viniendo desde
Panizares, y fue construido en sustitución de la
casa solariega que se quemó, por D. Pedro Ruiz de Valdivielso, el mismo que hizo la
capilla. Pasó a los Vélez de Valdivielso, pues en 1752 lo poseía Doña Josefa Vélez Valdivielso, vecina de
Quecedo. Se trata de un magnífico
edificio de sillería de estilo herreriano, con dos
torres de tres pisos y amplios
salones. Actualmente se encuentra habitado por varias
familias."
El estado de conservación, al menos exteriormente, es bastante bueno, probablemente por la excelente sillería que muestra, aunque se echa en falta un uso más acorde con la calidad del edificio.