Por Pedro Lozano
Huerta
Tiene una hermosa
iglesia, joya del
románico, del siglo XII, dedicada a
San Clemente, de una nave con canes a todo su alrededor. El
ábside es semicircular, con
ventanales,
columnas entregas (hasta el
alero),
canecillos historiados y ajedrezado a lo largo de todo él. El interior, reformado en el siglo XV y siglo XVI, tiene
bóvedas de crucería.
La
portada es también
románica con fustes, y
capiteles y cuatro arquivoltas con decoración vegetal y geométrica.
La
torre, posterior, es cuadrada, rematada en pináculos, con seis huecos. Sin
campanas.
En la actualidad está en estado ruinoso y corre grave peligro de perderse. Muchas veces he propuesto conseguir autorización y hacer el pequeño
esfuerzo económico de trasladarla
piedra a piedra al
Castillo de
Burgos para
ermita de la
Virgen de la Blanca. Así tendríamos también algo románico en la ciudad. De lo contrario, va a perderse para siempre. ¡Es bonito soñar!
Sus libros parroquiales dan comienzo en 1588.
El 8 octubre de 1859 nace el ilustrísimo señor don Ángel Manrique Carrales, sacerdote en Moneo, preceptor en
Quintanilla Escalada, rector del seminario de Burgos, magistral de la
catedral y después Obispo de
Canarias el 7 diciembre de 1913 y después de Guadíx el 6 septiembre 1922. Escritor.
En sus tierras hay una
mina de cobre, denunciada pero sin explotación.
Y un yacimiento arqueológico del Neolítico (dolmen del Morueco), otro
Medieval (la iglesia) y, además, otro posible Neolítico, otro posible Calcolítico y otro posible de la Edad de Hierro.
Hay también una lobera, conocida como “el
corral de los lobos”, sistema para cazarlos.
También en sus tierras se hicieron prospecciones en busca de petróleo.