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Edificio en ruinas que aguanta por la buena piedra, HUIDOBRO

En el centro y en lo más profundo de una singular hoya, rodeada de páramos, que al verla hace pensar en un cráter volcánico, rodeado de abundante
vegetación que crece al abrigo de sus laderas y como punto final de una carretera blanca que parte de la que une Sedano con Pesadas de Burgos, en la
de Villarcayo, a orillas del arroyo Turrientes y en terreno desigual, encontramos lo que queda de HUIDOBRO, a 30 Km de Villarcayo y 58 de Burgos.
Están situados alrededor de la hoya, y algunos a notable distancia, Villaescusa del Butrón, Cubillo del Butrón, Pesquera de Ebro, Cortiguera y Nocedo.
Encontramos su nombre escrito por primera vez en marzo de 1181, como “Foio de Obro”, en la documentación del Obispado de Burgos. En sus declaraciones en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada, en 1752, los pobladores afirmaron pertenecer al señorío del marqués de Aguilar.
Contaba con 49 habitantes en el año 1848, según afirma Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. Como la inmensa mayoría de los pueblos de la
provincia, creció a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y aparece con 103 personas en el año 1900. A pesar de las duras condiciones de vida y
la dureza de la primera mitad del siglo XX, conservaba aún 91 habitantes en 1950. Pero a partir de ahí la despoblación fue muy rápida, de tal forma
que Elías Rubio Marcos lo hace figurar entre los pueblos “despoblados”: “los pueblos del silencio”, porque en 1965 abandonó el pueblo el último de
sus habitantes. No obstante, al poco tiempo llega un ganadero de fuera que se asienta en el pueblo abandonado, de tal
forma que acaba el siglo con cuatro habitantes en el año 2000.