Sus habitantes celebran su fe en una
iglesia, dedicada a
San Miguel Arcángel, renacentista, de una nave y
capilla lateral derecha con nervios y
bóvedas de
piedra y
aleros moldurados. El
ábside es poligonal con contrafuertes en
esquinas hasta el
alero. La
portada es renacentista, alta, con pilastrones,
arco de medio punto con dovelas decoradas e impostas y
frontón, bajo amplio
pórtico cerrado, con
puerta adintelada alta. Y la
torre es cuadrada con remate de pináculos, cuatro huecos y dos
campanas.
En la iglesia parroquial de
Humada, templo
gótico de planta de
cruz latina, nave única cubierta con dos tramos de bóvedas estrelladas y cabecera poligonal, dedicado a san Miguel, se conserva la
pila bautismal de traza
románica que bien pudiera haber sido trasladada desde la
ermita del
cementerio. Presenta copa semiesférica gallonada y con bocel en la embocadura, de 95 cm de diámetro x 58 de altura. Se alza sobre un tenante cilíndrico de 42 cm de altura, decorado con una gruesa serpiente a modo de bocel y cabecitas de orejas puntiagudas y bolas sobre el plinto.
La pila es románica con gallones, pie cilíndrico y base cuadrada con serpiente; y el
retablo mayor es neoclásico, con buenos relieves reutilizados del siglo XVI.
Sus libros parroquiales, crónica cristiana del
pueblo, dan comienzo en el año 1669. Tiene una ermita dedicada a San Roque.
Pero lo que ahora da fama a Humada son sus yacimientos arqueológicos, situados en la peña Ulaña, según Enrique del Rivero “el mayor castro prerromano de toda Europa”.
Dos yacimientos con posibles restos de la Edad de Hierro,
Romanos y
Medievales y otro con posibles restos de la Edad de Hierro y Medievales y otro posiblemente
Medieval. Se desprende de ello la existencia de un importante asentamiento entre los siglos IV y I antes de
Cristo. El yacimiento ha sido declarado B. I. C. en 2006 en la categoría de zona arqueológica