Hace muchos muchos años, en el manantial que hay en este paraje, los peregrinos se lavaban los pies y por que no el cuerpo entero.
Según la
historia en este lugar hubo una leproseria (1352) y mas tarde un
monasterio de la Orden de
San Antonio que contaba con un
hospital de peregrinos en el que eran atendidos de los males que padecían en su mayoría por el llamado Fuego de San Antón que provocaba gangrena.
También existió una pequeña
ermita y tiempo atrás un
pueblo, probablemente llamado San Baudilio y habitado por judíos sefarditas. Este quedó abandonado en 1503, once años después del decreto de expulsión promulgado por los Reyes Católicos.
La
foto muestra el proceso de edificación del
albergue de peregrinos que se inicio con el previo acondicionamiento del terreno circundante a la
fuente-manantial.
Se repobló de
árboles, se canalizo el arroyo, se hizo una alberca (o
pilón), se pusieron bancos, mesas, papeleras...... y desde entonces ha sido"gestionado" por diferentes personas, con diferentes motivos e intereses, ha estado abierto todo el año o en periodos (
primavera-
otoño), ha ofrecido al peregrino más o menos comodidades pero siempre....... han podido seguir con la
tradición de bañarse los pies y/o el cuerpo en las frescas y permanentes
aguas de la fuente de San Bol.