El otro hito importante del
gótico final en nuestro territorio, es la
iglesia de
San Millán de
Irús. Contemporánea de la anterior, fue construida por un linaje local que también deseaba procurarse un lugar de enterramiento de gran empaque, consecuente con su status socioeconómico. La sobriedad exterior del
edificio, contrasta con la riqueza
ornamental del interior, a base de una vistosa y rica policromía repartida fundamentalmente por las
bóvedas y los
arcos fajones que separan los tramos de la nave. En el presbiterio, presenta dos enterramientos de tipo arcosolio.