Su
iglesia parroquial, dedicada a
San Cristóbal, mártir, es de una sola nave con cabecera
gótica tardía y el resto de mampostería y sillarejo con
bóvedas de ladrillo encamonadas y recientemente restaurada, en 1974. Tiene 335 m² de superficie y 13 m de altura. Su
ábside es rectangular con un
cuerpo anterior circular. La
portada tiene
arco de medio punto abocinada con archivoltas góticas y tiene un inicio de
torre cuadrada y sobre ella
una
espadaña de dos cuerpos rematada en bolas y
cruz con cinco huecos y dos
campanas.
La
pila bautismal es renacentista con gallones y borde moldurado; y el
retablo mayor es barroco, salomónico.
Sus libros parroquiales comienzan en 1588.
La vida del
pueblo está íntimamente ligada al
convento franciscano de San Pedro Regalado, cuna de una importante reforma de la vida franciscana iniciada por el padre Pedro Villacreces en 1404, ayudado por el burgalés Lope de Salazar y Salinas. Aquí vivió gran parte de su vida y murió San Pedro Regalado y aquí está enterrado. En torno a su sepulcro se formó rápidamente una corriente religiosa en la que participaron reyes y cardenales.
Se edificó un
santuario que ha sufrido muchas transformaciones. La traza actual es de comienzos del siglo XVIII, conservando los relieves góticos del sepulcro original del
santo.
Abandonado el convento por los Padres Franciscanos en 2008, ha sido adquirido y renovado por la nueva congregación femenina “Jesu Communio” en 2010.
De 1569 a 1575 es Abad de San Juan de
Burgos Hernando de Aguilera, nacido aquí.
En el año 1880 nace Luis Carrión González, franciscano, escritor.
En 1917 viene a la vida Gratiniano Nieto Gallo, Director General de Bellas Artes de
España, Medalla de Oro de la ciudad de Burgos, escritor.
Y en septiembre de 1952 ve la luz Francisco Solano que desde los tres años reside en
Madrid, periodista, crítico literario, redactor, colaborado
en revistas, escritor.