El
Santuario de
San Pedro Regalado, cuyo nombre original es
monasterio Domus Dei, es un cenobio dedicado a San Pedro Regalado, situado en la localidad de
La Aguilera (
Burgos). Tiene su origen en el siglo XIV, en una
ermita erigida cerca del
pueblo. Hacia 1404 se establecieron en ella el franciscano fray Pedro de Villacreces y otros compañeros suyos.
La nave central de la
iglesia original del santuario está dedicada a la Anunciación de María:
La
capilla de la Gloria, donde están enterrados Don Juan de Zúñiga y su esposa, y se encuentra el bulto yacente de San Pedro Regalado que culminaba el sepulcro original.
La capilla de San Pedro Regalado, de forma octogonal ovalada, con arbotantes y una destacada linterna terminada en chapitel. La construcción de esta capilla contó con la protección económica de Don Isidro de Zúñiga, sexto Duque de Peñaranda.
El camarín de planta poligonal con arbotantes, tras el
retablo de San Pedro Regalado. En el centro del mismo hay un túmulo funerario que contiene la cenizas del
santo y fue realizado en 1910 aprovechando los relieves góticos de la tumba original.
San Pedro Regalado. San Pedro Regalado fue un monje franciscano que vivió en el S. XV y fue canonizado por sus acciones de caridad, su dedicación a los pobres y sus obras milagrosas.
El milagro más importante por el que se le conoce está recogido en su proceso de canonización, y describe como Pedro, durante la madrugada de la
fiesta de la Anunciación de la
Virgen María, está rezando maitines en el
convento de El Abrojo y al sentir añoranza de honrar a María en La Aguilera, se transporta y aparece en La Aguilera, que estaba a ochenta kilómetros, y tras honrar a la Virgen María, regresa de vuelta.
Su fama cobró tal importancia después de su muerte, que incluso la Reina Isabel la Católica visitó su tumba en el Monasterio de La Aguilera.