En plena vega del río Duero, en su margen izquierdo, junto a la antigua vía del ferrocarril “Valladolid-Ariza”, en una carretera que une Roa de Duero con la “Soria-Valladolid” y cercano al canal del Riaza, que riega sus tierras, en terreno llano, encontramos a La CUEVA DE ROA, a 3 km y medio de Roa de Duero, 23 de Aranda de Duero y 88 de Burgos.
Le prestan compañía y límites, formando corona a su alrededor, Nava de Roa, Fuentelisendo, Fuentecén, Hoyales de Roa, Berlangas de Roa, Roa de Duero, Mambrilla de Castrejón y San Martín de Rubiales.
Figura como lugar de señorío, perteneciente al conde de Siruela, en el Catastro del Marqués de la Ensenada y su nombre aparece escrito por primera vez en un diploma regio, de Alfonso VII, de donación a Roa de las villas que forman su jurisdicción, en el año 1143.
Su población ascendía a 117 habitantes en el año 1848, según certifica Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. En la segunda mitad del
siglo XIX cumplió a la perfección con la constante de la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia, presentando en 1900 un censo de 371 habitantes. No le fue tan bien en la dura primera mitad del siglo XX, pues el año 1950 contaba con 310 personas. Y la emigración sufrida en la segunda mitad del siglo ha hecho que en el año 2000 figuren en su censo 90 personas.