Soneto 40
Toma todo mi amor, mi amor, ¡tómalos todos!
¿Entonces qué tendrás, que antes no tuvieras?
Amor, no existe amor, que llames verdadero,
como mi amor que es tuyo, antes de tanto exceso.
Luego, si por amor, tú mi amor recibiste,
no he de culparte el uso, que hagas de mi cariño,
repróchate, no obstante, si a ti mismo te engañas,
con el vago deleite de aquello que rehúsas.
Te perdono tu robo, dulce y gentil ladrón,
aunque el hurto se lleve, toda mi carestía,
porque el Amor bien sabe, que es un mayor dolor,
soportar mal de amor, que la injuria del odio.
Lasciva gracia en quién, el mal parece el bien.
Mátame con despechos, pero sin ser rivales.
trad. Ramón García González
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