Me cantaron "sean eternos los laureles,"
pero el verde marchito ya se opaca.
No existe honradez en los gobiernos,
cuando el dólar es el verde que manda.
El régimen corrupto actual se vende,
mientras nuestro oro, al Norte se regala.
¡No envenenen glaciares y
montañas!
¡Basta ya, de saqueos antipatrias!
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