Pero estos dos colores los borraron,
torciendo la historia en forma franca.
El celeste y blanco se olvidaron:
los colores de mi tierra amada.
torciendo la historia en forma franca.
El celeste y blanco se olvidaron:
los colores de mi tierra amada.
Hoy mi tierra es de tonalidad áurea,
como el oro que se roba en las montañas.
Hoy mi tierra es de tonalidad negra,
como las conciencias que son compradas.
como el oro que se roba en las montañas.
Hoy mi tierra es de tonalidad negra,
como las conciencias que son compradas.