Hombres y machos lo tienen, hembras y mujeres, no; hasta el obispo en persona tiene, como el toro, dos.
Rta.: La letra O.
Mirando desde la jaula de mi hogar
por la
ventana que me acerca al
mar
voy generando sueños nuevos
que me permitan seguir viviendo
Pasado atormentado que se va
que deja sin sabores al descubierto
permite que haga como el águila
que vuelve a vivir cuando parece muerto
Ilusas conjeturas del presente
que brotan en un momento de paz
... (ver texto completo)