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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

vistas del pueblo nº9
Foto enviada por Victoria Serna,

Muros sólidos, como tus principios
Grandes historias entre estos muros, de piedra
En esta casa naci yo y mis hermanos,
Muros sólidos, como tus principios
En esta casa naci yo y mis hermanos,
Una frase de Santa Teresa hoy de plena actualidad.
Sed felices os lo merecéis
Una frase de Santa Teresa hoy de plena actualidad.
“Una persona inteligente es sencilla y sumisa, porque ve sus faltas y comprende que tiene necesidad de un guía. Una persona tonta y estrecha es incapaz de ver sus faltas, aunque se las pongan delante de los ojos; y como está satisfecha de sí misma, jamás se mejora”.

Santa Teresa de Jesús.
Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; mas no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo.

Santa Teresa.
… Que el Señor da siempre oportunidad, si queremos.

Santa Teresa de Jesús.
“Una persona inteligente es sencilla y sumisa, porque ve sus faltas y comprende que tiene necesidad de un guía. Una persona tonta y estrecha es incapaz de ver sus faltas, aunque se las pongan delante de los ojos; y como está satisfecha de sí misma, jamás se mejora”.

Santa Teresa de Jesús.
“Mas parécenos que lo damos todo, y es que ofrecemos a Dios la renta o los frutos y quedámonos con la raíz y posesión.”

Santa Teresa de Jesús.
… Que el Señor da siempre oportunidad, si queremos.

Santa Teresa de Jesús.
“Mas parécenos que lo damos todo, y es que ofrecemos a Dios la renta o los frutos y quedámonos con la raíz y posesión.”

Santa Teresa de Jesús.
Hasta que no hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia (Charles Caleb Colton)
Soy una de las pocas personas decentes que me he encontrado en la vida (Francis Scott Fitzgerald)
Hasta que no hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia (Charles Caleb Colton)
“ Madre, su tristeza es... ”

“ Madre, su tristeza es mi pena, qué injusta vida que llevas, cambiarme por ti a veces quisiera, que mi puntal felicidad compartiese contigo pudiera. Madre, su fuerza es mi motivación, su lucha, mi honra, su vida mi vida... su sonrisa mi alegría... ”
El colmo del aprovechamiento era la orina. Si había una vaca cerca, pues era sabido como les gustaba la sal a todos los animales de la casa, lo más adecuado era mearles en el morro y ver como se relamían de gusto. Esto lo aprendí del abuelo, que premiaba el esfuerzo de la pareja de vacas con este fluido corporal cuando era la hora de orinar. Lo malo era el susto que te llevabas cuando te rozaban con la lengua, pues era como auténtica lija.
Seguro que había más ejemplos que no recuerdo ahora, pero creo es suficiente para ilustrar el aprovechamiento que se hacía de todo. A los que creen que la leche y los huevos se obtienen de la nevera, seguramente algunos de los pasos que menciono les resultarán asquerosos. Y les doy la razón, pero todo eran alabanzas cuando mi abuela sacaba a la mesa los chorizos y lomo del último samartino.

Ahora los contenedores se usan para canalizar los muchos kilos que producimos a diario hacia el reciclaje o el vertedero. Antes, practicamente no se producía desperdicio alguno, todo se aprovechaba. Y los alimentos que se producían con aquel sistema encadenado de reciclado, todos estaban ricos. Seguro que Diógenes estaba más próximo a esta cultura en absoluto consumista y convencida de las ventajas de la reutilización, que a los hábitos de almacenar basura que los sicólogos modernos le atribuyen. ... (ver texto completo)
Las suelas de goma de las zapatillas o las cubiertas de las bicicletas, podían valer para actuar de bisagras en la cancela de la huerta. Yo recuerdo haber arreglado el piñón de la bicicleta con un trocito de suela de goma, en sustitución del muelle que se había roto. Y funcionaba. La ceniza de la cocina servía para los rosales o simplemente se añadía al abono. La leche que daban las vacas recién paridas, “culiestros” les llamábamos, no se podía usar para el consumo. Pero con ella se hacían los fisuelos ... (ver texto completo)
El colmo del aprovechamiento era la orina. Si había una vaca cerca, pues era sabido como les gustaba la sal a todos los animales de la casa, lo más adecuado era mearles en el morro y ver como se relamían de gusto. Esto lo aprendí del abuelo, que premiaba el esfuerzo de la pareja de vacas con este fluido corporal cuando era la hora de orinar. Lo malo era el susto que te llevabas cuando te rozaban con la lengua, pues era como auténtica lija.
El paradigma de la reutilización era el bote de puntas. No recuerdo haber utilizado una sola punta nueva en aquellos años. Cuando era necesario clavar algo, se cogía un enorme bote lleno de puntas dobladas y oxidadas, que se habían utilizado numerosas veces anteriormente, y la primera tarea era enderechar las puntas necesarias para el trabajo en cuestión. Sobándolas un poco en el cuero cabelludo para que entraran mejor en la madera, tal como había visto a hacer al carpintero, se conseguía utilizarlas ... (ver texto completo)
Las suelas de goma de las zapatillas o las cubiertas de las bicicletas, podían valer para actuar de bisagras en la cancela de la huerta. Yo recuerdo haber arreglado el piñón de la bicicleta con un trocito de suela de goma, en sustitución del muelle que se había roto. Y funcionaba. La ceniza de la cocina servía para los rosales o simplemente se añadía al abono. La leche que daban las vacas recién paridas, “culiestros” les llamábamos, no se podía usar para el consumo. Pero con ella se hacían los fisuelos ... (ver texto completo)