También se lo puede identificar con el
mar en sí mismo, y sus contrapartidas, Behemoth, la tierra, y Ziz, el espacio y el aire.
Algunas leyendas judías, consideran al Leviatán como un
dragón andrógino, que habría seducido a Adán y a Eva, tomando alternadamente formas femenina y masculina.
El cristianismo lo identifica con un demonio, en algunos casos, lo asocian con el monstruo Rahab.
Las leyenda bíblica podría tener origen en una leyenda canaanita, que habla de la confrontación entre Hadad
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